q hablada de borracho

Se miraron en silencio, con la copas en alto... abundaban las palabras, pero no alejaban al silencio de la mesa... se miraron esperando que las copas previas no arruinaran el momento...
todos quería decir lo preciso... todos deseaban el brindis perfecto...
pero sólo uno lo logró.

Y su reflexión fue tan profunda que inspiró un reto interbloggero que ninguno de los involucrados se ha dignado a cumplir... y yo trato de iniciar, y desde hace días que lo intento...
pero, ¿cómo me apropio del tema ajeno sin perder mi identidad? además q no estaba tan fácil... debería ayudarme con una copita... ya vuelvo...

mae... pero la reflexión fue tan profunda en el momento... claro, q en ese momento hasta Coelho podía parecer profundo... bueno, no, no estábamos tan recontramal... o sí?... no, no lo estábamos...
o si?

Todos intentamos un brindis, pero sólo él hizo el correcto... En aquella noche de sentimientos encontrados, nada más propicio... no hace falta adornar mucho la frase, ni hacerle una gran historia, pues es verso por sí misma... nada más va con una pequeña modificación:

"pero, de que me culpas? si hasta los perros se ponen tristes cuando eyaculan"