miércoles, 16 de mayo de 2012

Inevitablemente llega el momento de desaprender.


Olvidar los caminos de lunares, 
desmemorizar los puntos de acceso a la locura
Desarticular todas las rutas de pensamiento que lleven a la nostalgia 
de los abrazos perdidos,
de los dedos enredados,
de las complicidades...


Secar la memoria de humedades lejanas 
de labios atados en prolongados besos.
Reescribir la memoria llenándola de olvidos.
Vaciar de sentimiento - en mares de lágrimas, quizá- cada recuerdo.


Y todo va quedando tan atrás, tan lejano, 
tan desdibujado en la memoria que algún día idealizó...
Todo va quedando, desaprendido, en un corazón que late con dolor,
que cicatriza en memorias
y que, inevitablemente, persiste en recordar.

martes, 15 de mayo de 2012

¿cuándo volverán los colores?

¿volverán los colores?

Deciles que estoy aquí, 
en el rincón de la vida, 
en la sombra de concreto.

Deciles que he cambiado, 
que ahora sostengo un cuello endurecido de contener el eterno nudo en la garganta, 
que ando sobre unas  piernas cansadas de un esfuerzo de caminata sin rumbo ni destino.
Deciles que me canso de esperarles, pero que espero con una sonrisa, 
porque no sé esperar de otra forma.

Pobre mujer, que teme como si de delito se tratase el aceptarse triste.
Aceptarse temerosa, aceptarse cansada.
Pedir ayuda.

Y por encima de todo sonrío, no porque finja sonrisa, 
sino porque mi tristeza me pertenece de forma exclusiva.
La guardo con recelo, la abrazo por las noches.
Le hago el amor en las madrugadas. Le preparo el desayuno.

Pero antes habían otros habitantes en esta casa.
Habitaban los colores... ¿los has visto pasar?
Amanecía en verde cada mañana... los anocheceres eran violetas, los atardeceres dorados y eran otros los abrazos...
¿cuándo volverán?
¿volverán?...

Deciles que estoy aquí...