de repente una claridad que estuve tapando entró por entre mis ojos...
no, no fue una manifestación divina ni mucho menos...
era yo misma respondiéndome las preguntas que no he querido hacerme...
respondiéndome simplemente para plantearme nuevas preguntas y dudas cada vez más complejas...
y esa voz no sonaba como ninguna que no fuera yo...
y aunque traté de opacarla con la canción que me hace sentir bien,
una y otra vez una y otra vez una y otra vez una y otra vez una y otra vez una y otra vez una y otra vez una y otra vez una y otra vez
ella decidió gritar, y colocó su voz por encima de todo...
escuché lo que tenía que decirme, con paciencia y en silencio...
y no me gustó lo que me dijo, no me hizo gracia...
no era lo que quería escuchar...
y me planteó la disyuntiva que no quería escuchar...
y puedo seguir mucho rato escribiendo y no decir nada...
y de esto concluir varias cosas...
1: a falta de María tocará psicólog@
2: el que piense y defina no significa que obtenga conclusiones
escuché lo que tenía que decirme, con paciencia y en silencio...
y no me gustó lo que me dijo, no me hizo gracia...
no era lo que quería escuchar...
y me planteó la disyuntiva que no quería escuchar...
y puedo seguir mucho rato escribiendo y no decir nada...
y de esto concluir varias cosas...
1: a falta de María tocará psicólog@
2: el que piense y defina no significa que obtenga conclusiones
2 comentarios:
no sé si entendí lo último, pero se sintió oscuramente sabio...
No entender las conclusiones no implica que no estén ahí tampoco, nena. A veces una tiene las cosas más claras de lo que cree, pero generalmente se caga de miedo al tratar de reconocerlas y afrontarlas, no crees?
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